Villas de la Compañía Madrileña de Urbanización (C.M.U.)

La influencia de Mariano Belmás es fundamental en la conformación de las tipologías de las casas que se levantan en la Ciudad Lineal, ya que las preocupaciones de Arturo Soria se hallan más en los conceptos generales, la geometría y las infraestructuras de transporte, en tanto que Belmás es ya en aquel momento un experto en los temas tipológicos, constructivos e higienistas de la vivienda social, recogiendo el debate europeo que sobre estos temas se desarrolla durante la segunda mitad del siglo XIX, y en continuidad con los planteamientos de Fernández de los Ríos.

De esta feliz conjunción entre Soria y Belmás surge la propuesta de hacer una integración de clases sociales en base a cinco tipologías de casas que se entremezclan en tres categorías: obreras, burguesas y de lujo, con distintos precios pero todas ellas dotadas de jardín y huerto, siguiendo un concepto muy extenso y abierto de ciudad.

De cada tipo se desarrollan numerosas variantes, que diseñan el propio Belmás o sus colaboradores utilizando básicamente el ladrillo, el hormigón y el hierro, con repertorios formales que oscilan entre el estilo neomudéjar y un austero modernismo con cierto sentido pintoresco.

De estas casas, levantadas en parcelas de al menos 20x20 m, se conservan numerosos documentos, planos e impresos de venta en los que figuran detalladamente dibujadas, sin que la mayor parte de las veces conste el nombre de un autor concreto, ya que se realizaban indistintamente por los arquitectos de la Compañía Madrileña de Urbanización o por técnicos particulares, previa aprobación del proyecto por la C.M.U..

De las tapias que envolvían a las casas también se conservan planos, de unos tipos que se repiten con ligeras variantes en toda la urbanización, y de los que se conservan bastantes tramos aunque las construcciones que encerraban hayan sido sustituidas.

Una vez retirado Mariano Belmás por desavenencias con Arturo Soria siguen manteniéndose las tipologías básicas, hasta que un año antes de la suspensión de pagos de la Compañía en 1914 se aprecia la imposibilidad de seguir haciendo viviendas obreras de pago aplazado, y con determinadas condiciones comienzan a aceptarse otros tipos como las viviendas colectivas.

Esta actividad constructiva de la C.M.U.

se interrumpe en 1934, y desaparece definitivamente con su extinción en 1940, aunque ya en los últimos tiempos se habían diversificado las construcciones, apareciendo hacia 1929 una tipología racionalista de la cual quedan algunos ejemplos, junto a casas singulares como la que construye en 1934 Luis Gutiérrez Soto para el duque de las Torres -hoy desaparecida-, radicalmente moderna en su exterior e interiores.

De los escasos ejemplos que se conservan de aquellas tipologías originales, damos una relación de las más significativas y mejor conservadas, porque en general han sido destruidas o totalmente alteradas.