Colegios públicos Carlos V y Conde de Romanones

En dos ubicaciones distanciadas del mismo barrio de la Concepción: uno en su parte histórica de los altos de la carretera de Aragón (hoy calle de Alcalá), y otro en la parte nueva, tras el grupo de viviendas de los años cincuenta que hoy se conoce con ese nombre, estos dos colegios repiten un modelo de escuela racionalista en la línea de las últimas realizaciones de Bernardo Giner de los Ríos, aunque no se ha podido confirmar la autoría.

La forma de ambos edificios es en pabellón alargado, con un amplio corredor longitudinal que da acceso a las aulas y se remata por dos escaleras en sus extremos, que además se ensanchan con un cuerpo saliente.

Con su simetría, esta planta responde a un esquema clasicista bien adaptado a la división por sexo del alumnado que se repite en casi todos los proyectos docentes e institucionales de las tres primeras décadas del siglo, y que en alzado -como en mucha arquitectura del período republicano- se traduce en un tratamiento de fachadas de corte moderno racionalista, con amplios ventanales enlazados por bandas de ladrillo visto.

El colegio Carlos V estaba tuvo una ampliación que aumentó sus cuerpos salientes, si bien con cierto cuidado de mantener las líneas principales de volumetría y huecos; mientras que en el Conde de Romanones se realizó en 1968 un nuevo aulario de gran sencillez y dignidad por su costado Norte.

Por desgracia, ambos han sido afectados recientemente por unas desconsideradas obras de "rehabilitación" para adecuarlos a la normativa vigente, que han degradado considerablemente su imagen, al revocarse los paramentos de ladrillo.