Palacete Villahermosa
Fichas tomo 3
S.d.c.: 1890-1900 (s.i.)
Este hotel, de impronta capitalina, constituye un ejemplo muy singular en la arquitectura de El Pardo, donde no existe ningún edificio comparable en su tipología.
La obra exhibe una imagen más próxima a los palacetes que proliferaron en el ensanche burgués de Madrid, alrededor de 1900, que a la arquitectura residencial predominante en el Real Sitio, siempre influida por el aspecto tradicional del palacio y sus construcciones dependientes.
Partiendo de raíces estilísticas distintas, las fachadas de Villahermosa siguen un discreto eclecticismo clasicista, que destaca por la bicromía de los paramentos (muros de ladrillo visto y revocos en recercados, falsas pilastras y molduras) y el tratamiento ornamental de la cornisa (friso de paneles cerámicos y canecillos de madera).
No obstante, su elegante composición revela el característico alzado palaciego de tres alturas, con la planta noble subrayada por la presencia de dos miradores ferro-vítreos volados; uno sobre la entrada lateral y otro, que abarca todos los huecos, en la fachada opuesta.
También forman parte de la finca varios pabellones, alineados alrededor del patio-jardín, que se decoran con elementos diversos, desde citas neoárabes (celosías, arcos de herradura y almenas escalonadas) hasta recuerdos neorrenacentistas.
SANZ GARCÍA, José María: El Manzanares. Río de Madrid, La Librería, Madrid, 1990