Colegio de Misioneras del Santísimo Rosario

Actual Colegio Stella Maris

Carlos Sobrini Marín, Emilio García de Castro Márquez, Gonzalo González Gómez y Francisco Coello de Portugal Acuña: 1961 (P) 1962-1964 (O)

En una parcela muy extensa del lado occidental de la calle Arturo Soria se levanta este complejo de edificios que alberga un colegio, un internado y una comunidad de monjas misioneras, con todas las dotaciones necesarias de salón de actos, capilla, comedores y otros servicios.

La organización en planta es muy clara, en base a dos volúmenes principales longitudinales y en disposición perpendicular a la calle antes citada.

El más largo, orientado a Sur, alberga aulas y habitaciones de internos, en tanto que el corto está ocupado por las celdas de las monjas.

Dos piezas transversales y más bajas contienen la iglesia, el salón de actos, el refectorio y otros usos.

La articulación de volúmenes es igualmente clara, y se expresa como un nítido conjunto de prismas horizontales rectangulares, en los que las aulas se manifiestan como superficies acristaladas, en tanto que las zonas de habitaciones se cierran con una cuidada fábrica de ladrillo colocado sin traba, cruzada por una reja de ventanas muy verticales y por las líneas horizontales de forjados; mientras que la iglesia es una dramática caja de hormigón tallado sobre la que se clava la cruz y el campanario.

El proyecto sufrió algunas modificaciones en el planteamiento exterior, pero mantiene una austera y firme construcción, y un sereno dibujo de fachadas que no ha perdido vigencia con el paso de los años.

Junto al mismo, sobre la parte sureste de la manzana se conserva todavía una de las villas tipológicas de la Ciudad Lineal.