Colegio Montpellier

Con una clara organización original en dos bloques dispuestos en "L": uno de aulas y otro más elevado de residencia, este colegio ha ido creciendo y ampliando su dotación deportiva hasta cerrar prácticamente la manzana en torno a un patio con la reciente incorporación de comedores y nuevas aulas.

La construcción de los primeros edificios se hizo con un ladrillo claro y una organización muy funcional a partir de una estructura modular claramente expresada, en tanto que en el pabellón que da a la calle Esteban Mora los huecos se abren como rendijas verticales sobre una gran superficie ciega que se remata en curva en uno de sus extremos, dando lugar a una interesante fachada que expresa con potencia y austeridad formal las distintas funciones del interior.

Por último, los nuevos comedores se adosan al anterior como otro bloque alineado a la calle Derechos Humanos, que emplea un ladrillo parecido al de los anteriores, pero con un lenguaje más complejo y actual, conformando un digno remate al conjunto por su lado Oeste.