ARQUITECTURA DE MADRID

Parque y Centro de Día para la Tercera Edad "Casino de la Reina"

Listado tomo 1

Posición en mapa
Vías
Tipología
Fecha
1817
Otras denominaciones

Antiguo Real Casino de la Reina

Resumen histórico arquitectonico
: s.d.c. : 1808 (s.i.)
Reforma y ampliación: s.d.c.: 1817 (P) 1817-1820 (O).
Reforma para Museo Arqueológico : s.d.c. : 1867-1871 (s.i.).
Recuperación : Alberto Martínez Castillo y Beatriz Matos Castaño : 1999 (P) 2000-2001 (O).
Protección
No
Autores
Descripción formal
El conjunto monumental, regalo del Ayuntamiento de Madrid a Isabel de Braganza, segunda esposa de Fernando VII, estaba formado originalmente por un palacete, jardines, huerto y estanque en el flanco sur del barrio de Lavapiés, sirviendo de límite entre el Casco Antiguo y las rondas abiertas del ensanche decimonónico. Fue en 1867 la primera sede del Museo Arqueológico Nacional, y posteriormente asilo de cigarreras ancianas y Facultad de Veterinaria. Los elementos primitivos existentes en la actualidad, el edificio del Casino de la Reina, un pabellón de jardín, un quiosco y las escaleras que dividían los parterres, liberados tras la demolición de los anejos que se habían ido añadiendo a lo largo del tiempo, han sido rehabilitados e integrados en un conjunto socio-cultural del que forman parte un centro de día para ancianos de nueva planta y un parque que recupera los escasos ejemplares de árboles preexistentes. Del jardín romántico original apenas quedan trazas. El proyecto de remodelación restauró cuidadosamente parterres y ordenó el parque actual en cinco episodios distintos: un laberinto de setos, un jardín de higueras, una plaza-fuente, un graderío y una zona de juegos infantiles. El nuevo edificio se aproxima a la alineación de la calle Casino con un cuerpo volado que genera un zaguán comprimido de ingreso, dispone en el nivel inferior una sala polivalente que puede ser dividida con una gran cortina móvil, y superpuesto a éste, y ambos mirando al parque, un gimnasio en planta primera accesible mediante una rampa iluminada por piezas circulares de pavés embebidas en la fachada. Cada una de las cuatro fachadas del prisma se relaciona de forma diferente con su entorno cercano. La fachada oeste hacia el parque se cubre con una piel de vidrio protegida con una celosía de madera, mientras que los testeros se resuelven con paneles de aluminio que repiten la dimensión de los sillares de granito del Casino de la Reina.