Conjunto histórico
Inmuebles de Municipios
Posición en mapa
Ubicación
Tipología
Fecha
1940
Protección
No
Descripción formal
La Batalla de Brunete discurrió del 6 al 26 de julio de 1937, con un gran número de muertos y en el caso del caserío totalmente destrozado (97%) excepción hecha de parte de la iglesia por su mejor construcción. Brunete está a 30km., de Madrid, en medio de campos de cereal. Antes de la guerra contaba con 1.451 habitantes, al concluir con 230 y en el año 2022 con 10.845, como consecuencia de un fuerte desarrollo urbanístico, buenas comunicaciones y servicios.
Al empezar la reconstrucción y dado su valor simbólico y grado de destrucción es declarado pueblo adoptado. Los autores del nuevo diseño son José Menéndez Pidal y Luis Quijada Martínez, aportan un análisis y una planta de la situación inicial de Brunete, con un tazado irregular, convergente hacia una charca, denominada Plaza de la Laguna, a este trazado original le impondrán un potente diseño geométrico y un carácter monumental y representativo del que anteriormente carecía, en cuanto al diseño de su arquitectura pública evoca claramente al El Escorial, modelo de la España imperial pretendida en la posguerra. “El pueblo se ordena en cuadrícula, con el ladro mayor a la mejor orientación, contando con servicios de alumbrado público, alcantarillado y conducción de agua potable en cada una de las viviendas, estudiándose, asimismo, la pavimentación de sus calles y plazas y situando fuentes y abrevaderos públicos en diversos lugares” (Menéndez y Quijada, 1940). Estimando que la ubicación original era idónea se decidió mantener el emplazamiento, el nuevo pueblo de Brunete se inauguró en 1946. En relación a otros poblados construidos pro regiones devastadas es “el más elaborado desde el punto de vista plástico y espacial” (Ferna García-Bermejo y López Acevedo Reguerin, L. ).
El diseño tiene mucho interés se trata de una trama ortogonal de pequeñas manzanas rectangulares con viviendas-patio en alineación, apoyada al Norte en el centro administrativo en torno a la Plaza Mayor y hacia el SE en la ermita de Ntra. Sra. de la Victoria de Brunete, centro de un tazado radial que nunca se llegó a realizar. El trazado tiene una orientación NO-SE, situándose al NO el importante núcleo de equipamientos de la Escuela, el Campo de Fútbol y un pequeño Centro de Higiene que ya no existe y el Cuartel de la Guardia Civil, construido posteriormente en otro lugar. Al NO y SO se sitúa una L las y quedan comprendidas entre las calles Esperanza, Caridad, Paseo de Ronda y Los Arcos que se denominan casas acomodadas. Del conjunto sólo se construyeron las diez manzanas que rodean del centro administrativo-religioso.
El trazado presenta un eje que nace de la fachada SE de la iglesia, eje que se enfatiza con “la escalinata de acceso a la plazoleta de la iglesia aislará a ésta de la Plaza Mayor, lugar más intenso de la vida del pueblo, logrando para aquella el aislamiento necesario, y dándole, mediante el desnivel salvado por ésta, la importancia y resalte que su destino merece” (Menéndez y Quijada, 1940). La generación de la trama se produce por ese eje escenográfico N0-SE, que se duplica en Ntra. Sra. De la Victoria y otro eje en dirección NE-SO coincidente con el eje de la iglesia con relación a ambos ejes y en paralelo aparece el resto del viario, con un ancho medio de 7,00m.
Se diseñan así dos espacios de centralidad claramente diferenciados: La Plaza Mayor y la Iglesia. La Plaza Mayor es de planta rectangular y está rodada de soportales adintelados. A un lado del eje principal se sitúa el Ayuntamiento y enfrente la casa de F.E.T. y de las J.O.N.S, se completa el conjunto con las Casa de correos, telégrafos y teléfonos y el salón de actos. En torno a la iglesia, la casa parroquial y anexos. En los soportales se sitúa el comercio y el mercado periódico, siendo la plaza la sede de las fiestas tradicionales. Para sus autores la “Plaza Mayor, centro de la vida del pueblo será, por el contrario, un conjunto ordenado al modo corriente en la región, con el módulo de soportal y balcones, repetido en los cuatro lados, a fin de lograr para el conjunto las cualidades de sobriedad, nobleza y ritmo que las caracteriza,” (Menéndez y Quijada, 1940) resaltando la decoración de los edificios del Ayuntamiento y de la Falange y dando importancia al diseño de la fuente pública colocada en el centro.
Las viviendas se plantean como una revalorización de la arquitectura tradicional y están basadas en la tradición constructiva de la zona. “Las manzanas de casas se componen únicamente con tres o cuatro tipos de casas, a los que se ha procurado dar la mayor variedad posible dentro de la armonía del conjunto” (Menéndez y Quijada, 1946. Las viviendas de renta de reducida, de una planta, se proyectan de varios tipos y serán construidas por sus futuros usuarios, son las casas de jornaleros, las de labradores, de dos plantas para aquellos más acomodados las construirán con sus propios medios y se plantea un número de viviendas suburbanas, ya señaladas, serán para aquellos que no desarrollen actividades agrícolas (funcionarios y artesanos). Todas las viviendas, hasta ocho tipos distintos, contarán con corrales y anexos. Siendo las de labradores las que presentarán elementos compositivos relevantes.
Como servicios complementarios aparece el agrupamiento en torno a la iglesia, con claustro y dependencias parroquiales, Casa de Acción Católica y Juventud Católica, el lavadero público, el matadero y una estación de autobuses.
Algunas de las viviendas, a día de hoy, están reconvertidas en edificios públicos como la Cruz Roja, Policía Local o el Conservatorio.
Al empezar la reconstrucción y dado su valor simbólico y grado de destrucción es declarado pueblo adoptado. Los autores del nuevo diseño son José Menéndez Pidal y Luis Quijada Martínez, aportan un análisis y una planta de la situación inicial de Brunete, con un tazado irregular, convergente hacia una charca, denominada Plaza de la Laguna, a este trazado original le impondrán un potente diseño geométrico y un carácter monumental y representativo del que anteriormente carecía, en cuanto al diseño de su arquitectura pública evoca claramente al El Escorial, modelo de la España imperial pretendida en la posguerra. “El pueblo se ordena en cuadrícula, con el ladro mayor a la mejor orientación, contando con servicios de alumbrado público, alcantarillado y conducción de agua potable en cada una de las viviendas, estudiándose, asimismo, la pavimentación de sus calles y plazas y situando fuentes y abrevaderos públicos en diversos lugares” (Menéndez y Quijada, 1940). Estimando que la ubicación original era idónea se decidió mantener el emplazamiento, el nuevo pueblo de Brunete se inauguró en 1946. En relación a otros poblados construidos pro regiones devastadas es “el más elaborado desde el punto de vista plástico y espacial” (Ferna García-Bermejo y López Acevedo Reguerin, L. ).
El diseño tiene mucho interés se trata de una trama ortogonal de pequeñas manzanas rectangulares con viviendas-patio en alineación, apoyada al Norte en el centro administrativo en torno a la Plaza Mayor y hacia el SE en la ermita de Ntra. Sra. de la Victoria de Brunete, centro de un tazado radial que nunca se llegó a realizar. El trazado tiene una orientación NO-SE, situándose al NO el importante núcleo de equipamientos de la Escuela, el Campo de Fútbol y un pequeño Centro de Higiene que ya no existe y el Cuartel de la Guardia Civil, construido posteriormente en otro lugar. Al NO y SO se sitúa una L las y quedan comprendidas entre las calles Esperanza, Caridad, Paseo de Ronda y Los Arcos que se denominan casas acomodadas. Del conjunto sólo se construyeron las diez manzanas que rodean del centro administrativo-religioso.
El trazado presenta un eje que nace de la fachada SE de la iglesia, eje que se enfatiza con “la escalinata de acceso a la plazoleta de la iglesia aislará a ésta de la Plaza Mayor, lugar más intenso de la vida del pueblo, logrando para aquella el aislamiento necesario, y dándole, mediante el desnivel salvado por ésta, la importancia y resalte que su destino merece” (Menéndez y Quijada, 1940). La generación de la trama se produce por ese eje escenográfico N0-SE, que se duplica en Ntra. Sra. De la Victoria y otro eje en dirección NE-SO coincidente con el eje de la iglesia con relación a ambos ejes y en paralelo aparece el resto del viario, con un ancho medio de 7,00m.
Se diseñan así dos espacios de centralidad claramente diferenciados: La Plaza Mayor y la Iglesia. La Plaza Mayor es de planta rectangular y está rodada de soportales adintelados. A un lado del eje principal se sitúa el Ayuntamiento y enfrente la casa de F.E.T. y de las J.O.N.S, se completa el conjunto con las Casa de correos, telégrafos y teléfonos y el salón de actos. En torno a la iglesia, la casa parroquial y anexos. En los soportales se sitúa el comercio y el mercado periódico, siendo la plaza la sede de las fiestas tradicionales. Para sus autores la “Plaza Mayor, centro de la vida del pueblo será, por el contrario, un conjunto ordenado al modo corriente en la región, con el módulo de soportal y balcones, repetido en los cuatro lados, a fin de lograr para el conjunto las cualidades de sobriedad, nobleza y ritmo que las caracteriza,” (Menéndez y Quijada, 1940) resaltando la decoración de los edificios del Ayuntamiento y de la Falange y dando importancia al diseño de la fuente pública colocada en el centro.
Las viviendas se plantean como una revalorización de la arquitectura tradicional y están basadas en la tradición constructiva de la zona. “Las manzanas de casas se componen únicamente con tres o cuatro tipos de casas, a los que se ha procurado dar la mayor variedad posible dentro de la armonía del conjunto” (Menéndez y Quijada, 1946. Las viviendas de renta de reducida, de una planta, se proyectan de varios tipos y serán construidas por sus futuros usuarios, son las casas de jornaleros, las de labradores, de dos plantas para aquellos más acomodados las construirán con sus propios medios y se plantea un número de viviendas suburbanas, ya señaladas, serán para aquellos que no desarrollen actividades agrícolas (funcionarios y artesanos). Todas las viviendas, hasta ocho tipos distintos, contarán con corrales y anexos. Siendo las de labradores las que presentarán elementos compositivos relevantes.
Como servicios complementarios aparece el agrupamiento en torno a la iglesia, con claustro y dependencias parroquiales, Casa de Acción Católica y Juventud Católica, el lavadero público, el matadero y una estación de autobuses.
Algunas de las viviendas, a día de hoy, están reconvertidas en edificios públicos como la Cruz Roja, Policía Local o el Conservatorio.
Bibliografía. Libros
AA.VV: Arquitectura y desarrollo urbano. Comunidad de Madrid. Zona Centro I., Consejería de Política Territorial, Madrid
Casas de la Vega, R.: Brunete, Fermín Uriarte Editor. Madrid.1967Bibliografía. Artículos de Revista
Brunete, Reconstrucción, 1946, nº67
Menéndez Pidal, J. Quijada Martínez, L.: Estudio de un pueblo adoptado: Brunete, Reconstrucción, 1940, nº2Moreno Lacasa, M.: Brunete, Reconstrucción, 1943, nº30Brunete: reconstrucción del hogar, Reconstrucción, 1941, nº13García Algarra, Javier: Arquitectura de reconstrucción en BruneteAlmarcha Núñez-Herrador, María Esther: Aproximación al urbanismo y arquitectura de Brunete ( 1939 - 1946 ) lo pragmático y lo simbólico, Anales del Instituto de Estudios Madrileños, 1991, nº30Blanco Lage, Manuel: España Una. Arquitectura en Regiones Devastadas, MOPU. Revista del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1987Flores, Carlos: La obra de regiones devastadas en el contexto de la arquitectura española contemporánea. Arquitectura en Regiones Devastadas., MOPU. Revista del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo, 1987